Un pequeño resumen.
SANTIAGO AGUILAR Y CARLOS GARDEL. EL ESPAÑOL QUE SUPO QUE EL REY DEL TANGO ERA FRANCÉS.
La
muerte de Carlos Gardel dio la vuelta al mundo. Lo aparatoso e
impactante del accidente en Medellín (Colombia) hizo que la
información apareciera en las primeras páginas de la prensa
internacional. En la española ocurrió igual, de tal manera que su
muerte fue una de las noticias más comentadas del verano de 1935.
Por lo general, se difundió la nota de United Press y las últimas
comunicaciones que iban llegando de Medellín, como lo relativo al
número de fallecidos o el funeral, pero también hubo reescrituras
de estas notas, algún lamento por su muerte y artículos en su
recuerdo sobre su trayectoria musical y cinematográfica. En estas
notas alejadas de la oficial, llama la atención lo relativo a su
lugar de origen; por lo general, se indicaba que era argentino e,
incluso, concretaban que había nacido en Buenos Aires [1];
por el contrario, otros medios señalaron que era uruguayo, de
Montevideo [2] para
ser precisos, u optaban por denominarlo rioplatense. Entre todos los
nombres que firmaron páginas españolas dedicadas al cantor al poco
de fallecer [3],
solamente hay uno que habla de su origen francés: se trata del
actor, cantante lírico y periodista Santiago Aguilar Oliver
(Villanueva de Gállego, Zaragoza, 1899 – Madrid, 1953) [4].
Aguilar fue redactor de la revista de periodicidad
semanal Cinegramas,
en la que en el número
42,
del 30 de junio de 1935, dedicará tres páginas (22-24) de recuerdos
de anécdotas vividas con Gardel.
Aguilar
comienza contando cómo lo conoció en París (no indica el año
expresamente, pero sí películas estrenadas ese año, Barrio
latino de
Augusto Genina y El
collar de la reina de
Gaston Ravel [5]):
«siempre tomaba café en el mismo sitio, tarde y noche: en el
establecimiento de los cafés del Brasil […]. Allí conocí al
infortunado Carlos Gardel», con quien congeniaría tan bien que
«muchas, muchas veces» le acompañaría hasta «el Palace o el
Empire [6],
donde actuaba entonces con éxito creciente»; ambos compartían el
amor por el canto lírico («Y nuestra conversación giraba siempre
sobre la ópera, que había sido su oculta ambición de cantante»),
además de por Titta Ruffo, y describe una actuación en la que
primero cantó con esmoquin Si
vouz l'Aviez Compris,
logrando un aplauso tremendo, y, después, se retiraba para
reaparecer vestido de gaucho y con la guitarra; Aguilar indica que
Gardel siempre le pedía opinión y que le decía: «¡Eres el Titta
Rufo de los tangos, Gardel!». A continuación, con motivo de
volverlo a ver en Madrid, Aguilar relata una anécdota sobre una
lectura quiromántica de su mano.
Aguilar
refiere un tercer encuentro en París, en uno de los días que
rodaba Melodía
de Arrabal (octubre-noviembre
de 1932), tras visitarlo en el plató de filmación, los dos se
fueron, junto al actor español Luis Arnedillo, «a bailar a la
Coupoule», donde hablaron de muchas cosas; una de ellas fue sobre
una «paisana» con voz de soprano ligera a la que había enviado a
Milán para estudiar canto, de la que enseñó una fotografía y
manifestó su preocupación en el amor por «la gran diferencia de
sus edades» [7].
En este punto, Santiago Aguilar apunta que Gardel estaba
hablador:
La vida novelesca de Carlos Gardel desfiló por la Coupoule, evocada por el verbo cálido del propio protagonista y héroe: no era argentino realmente, sino del mediodía francés [8]; pero se había educado en la ciudad del Plata; allí tuvo que vocear periódicos para ayudar a sus padres, sin sospechar ni por lo más remoto que aquella misma voz iba a conmover a los públicos del mundo entero pasados muchos años; allí se aficionó a la música oyendo las fiestas populacheras, con tremar de violines y acordes profundos de bandoneón, entre gauchos y «payadores»; allí debutó en una Compañía modestísima de zarzuela, haciendo papeles insignificantes; de allí partió para el Brasil con Muiño y Alippi, los grandes artistas argentinos, y de allí tomó la ruta de Milán, larga y llena de promesas. Carlos Gardel conocía toda Europa, donde casi no había teatro en que no hubiera impuesto el estilo de las canciones criollas, gracias al estilo «serio» de su voz; además, tenía facilidad para pensar melodías, que silbaba mientras un músico las recogía cuidadosamente sobre el papel pautado.
La vida novelesca de Carlos Gardel desfiló por la Coupoule, evocada por el verbo cálido del propio protagonista y héroe: no era argentino realmente, sino del mediodía francés [8]; pero se había educado en la ciudad del Plata; allí tuvo que vocear periódicos para ayudar a sus padres, sin sospechar ni por lo más remoto que aquella misma voz iba a conmover a los públicos del mundo entero pasados muchos años; allí se aficionó a la música oyendo las fiestas populacheras, con tremar de violines y acordes profundos de bandoneón, entre gauchos y «payadores»; allí debutó en una Compañía modestísima de zarzuela, haciendo papeles insignificantes; de allí partió para el Brasil con Muiño y Alippi, los grandes artistas argentinos, y de allí tomó la ruta de Milán, larga y llena de promesas. Carlos Gardel conocía toda Europa, donde casi no había teatro en que no hubiera impuesto el estilo de las canciones criollas, gracias al estilo «serio» de su voz; además, tenía facilidad para pensar melodías, que silbaba mientras un músico las recogía cuidadosamente sobre el papel pautado.
Carlos
Gardel había revelado a Santiago Aguilar que era francés, «del
mediodía francés», donde está Toulouse (es la ciudad más
importante de esta zona). Recordemos que estas palabras se publican
el domingo 30 de junio de 1935, seis días después de la muerte,
cinco de que la noticia llegara a España. Es importante este aspecto
de la fecha, porque en esta publicación se da el dato inédito,
hasta el momento en España, de la región de nacimiento, que no se
divulgaría hasta julio [9].
Pero esta noticia del origen tolosano de Gardel no debió de ser muy
conocida ni lo suficientemente difundida, porque hasta septiembre se
irán sucediendo notas que aluden a su nacimiento en Francia. En El
Heraldo de Madrid en
su edición del 2
de septiembre de 1935,
se habla de la apertura del testamento de este modo:
ESTÁ
completamente aclarado toda lo que hace referencia, al nombre y nacimiento de Carlos Gardel.
- ¿Cómo lo sabe?
- Porque en su testamento, abierto en Buenos Aires a presencia de su madre, declara él mismo que su verdadero nombre era Charles Romuald Gardes, nacido en Francia.
- ¡Vaya revelación!
Al otro lado del Atlántico, es el diario Crítica el que primero alude a la nacionalidad francesa con una «síntesis gráfica», publicada el 25 de junio de 1935, cuya primera ilustración dice: «Hijo del amor, Gardel nació en un pueblo de los Altos Pirineos, en Francia»; en el interior de ese mismo periódico ya se menciona Toulouse como lugar de nacimiento, aunque no es correcto que esta ciudad esté exactamente en los Altos Pirineos ni en el departamento de Lot y Garona (como se apunta en la noticia del interior), sino en la Alta Garona [10]; no obstante, todos estos lugares quedan dentro del mediodía francés, aunque así nunca es referida en Crítica, al menos, en lo que hemos podido consultar. Al igual que en España, otros diarios afirmaban que era uruguayo, por ejemplo, el diario argentino Noticias Gráficas en su edición del mismo día de la muerte.
Por lo tanto, Santiago Aguilar, que trató a Gardel, fue el primero en declarar en España la nacionalidad francesa del cantor y la región en la que nació (el hecho de que no diga específicamente Toulouse implica que no pudo informarse por la prensa de ultramar), mientras que hasta entonces solamente se afirmaba que era argentino o uruguayo.
completamente aclarado toda lo que hace referencia, al nombre y nacimiento de Carlos Gardel.
- ¿Cómo lo sabe?
- Porque en su testamento, abierto en Buenos Aires a presencia de su madre, declara él mismo que su verdadero nombre era Charles Romuald Gardes, nacido en Francia.
- ¡Vaya revelación!
Al otro lado del Atlántico, es el diario Crítica el que primero alude a la nacionalidad francesa con una «síntesis gráfica», publicada el 25 de junio de 1935, cuya primera ilustración dice: «Hijo del amor, Gardel nació en un pueblo de los Altos Pirineos, en Francia»; en el interior de ese mismo periódico ya se menciona Toulouse como lugar de nacimiento, aunque no es correcto que esta ciudad esté exactamente en los Altos Pirineos ni en el departamento de Lot y Garona (como se apunta en la noticia del interior), sino en la Alta Garona [10]; no obstante, todos estos lugares quedan dentro del mediodía francés, aunque así nunca es referida en Crítica, al menos, en lo que hemos podido consultar. Al igual que en España, otros diarios afirmaban que era uruguayo, por ejemplo, el diario argentino Noticias Gráficas en su edición del mismo día de la muerte.
Por lo tanto, Santiago Aguilar, que trató a Gardel, fue el primero en declarar en España la nacionalidad francesa del cantor y la región en la que nació (el hecho de que no diga específicamente Toulouse implica que no pudo informarse por la prensa de ultramar), mientras que hasta entonces solamente se afirmaba que era argentino o uruguayo.
No
queremos concluir este artículo sin comentar algo más del escrito
de Aguilar. Tengamos en cuenta que Cinegramas se
publicaba semanalmente y que Santiago Aguilar, como redactor, no dudó
en darle espacio a Gardel en el número siguiente al accidente, pues
el hecho fue el lunes 24, pero a España llegó la noticia el martes
25, cuando lo escribió, como figura al final del artículo; por lo
que esta premura pudo ser la cusa de la indeterminación de la
referencia a unos «padres» en plural [11],
el nombre de la región –y no de la ciudad– de nacimiento y el
enorme salto temporal de Brasil a Milán. No obstante, todos los
datos mencionados por él, como el de ser canillita, participar en
una compañía de zarzuela, la ruta por Brasil, las visitas a
Milán [12] y
el modo en el que pasaba la música al papel ya se conocen hoy [13],
lo que da credibilidad a su relato; pero en aquel 30 de junio de
1935, fecha de la publicación de su texto, insistimos, fue toda una
primicia [14] que
pasó desapercibida entre la tristeza (de las mujeres, sobre todo, se
insiste) y los detalles que iban llegando a España sobre el
fallecimiento del inigualable rey del tango.
BIBLIOGRAFÍA
AGUILAR, Santiago (1935): «Carlos Gardel. Su vida novelesca y su muerte trágica». Cinegramas, nº 42 (30-6-1935), pp. 22-24.
AGUILAR, Santiago (1935): «Carlos Gardel. El último ídolo de las mujeres». Cinegramas, nº 43 (7-7-1935), pp. 35-36.
ÁLVAREZ PORTAL, M. (1935): Carlos Gardel. Sus peliculas, sus triunfos, su vida y su muerte. Celebridades de la pantalla.
ANÓNIMO (1935): Carlos Gardel. Su vida, su muerte, sus creaciones. Editorial Alas.
ANÓNIMO (1935): «Cock-tail». Cinegramas, nº 46 (28-7-1935), p. 6.
BARSKY, Julián y Osvaldo (2004): Gardel. La biografía. Taurus.
MORENA, Miguel Ángel (1985): Historia artística de Carlos Gardel. Corregidor.
P. DE SOMACARRERA, Manuel (1937): Carlos Gardel. El ídolo roto. Ediciones Mi Revista.
SASSONE, Felipe (1935): «In memorian de Carlos Gardel». Blanco y Negro, nº 2294 (7-7-1935), pp. 124-128.
AGUILAR, Santiago (1935): «Carlos Gardel. Su vida novelesca y su muerte trágica». Cinegramas, nº 42 (30-6-1935), pp. 22-24.
AGUILAR, Santiago (1935): «Carlos Gardel. El último ídolo de las mujeres». Cinegramas, nº 43 (7-7-1935), pp. 35-36.
ÁLVAREZ PORTAL, M. (1935): Carlos Gardel. Sus peliculas, sus triunfos, su vida y su muerte. Celebridades de la pantalla.
ANÓNIMO (1935): Carlos Gardel. Su vida, su muerte, sus creaciones. Editorial Alas.
ANÓNIMO (1935): «Cock-tail». Cinegramas, nº 46 (28-7-1935), p. 6.
BARSKY, Julián y Osvaldo (2004): Gardel. La biografía. Taurus.
MORENA, Miguel Ángel (1985): Historia artística de Carlos Gardel. Corregidor.
P. DE SOMACARRERA, Manuel (1937): Carlos Gardel. El ídolo roto. Ediciones Mi Revista.
SASSONE, Felipe (1935): «In memorian de Carlos Gardel». Blanco y Negro, nº 2294 (7-7-1935), pp. 124-128.
DIARIOS
ABC, Madrid. 26-6-1935. 29-6-1935.
Ahora, Madrid. 25-6-1935. 26-6-1935.
Democracia, Madrid. 6-7-1935.
El Sol, Madrid. 25-6-1935.
Faro de Vigo, Vigo. 9-7-1935.
La Época, Madrid. 25-6-1935. 26-6-1935.
La Libertad. 25-6-1935. 26-6-1935.
L'instant, Barcelona. 25-6-1935.
La Voz, Madrid. 25-6-1935. 27-6-1935.
El Heraldo de Madrid, Madrid. 26-6-1935.
ABC, Madrid. 26-6-1935. 29-6-1935.
Ahora, Madrid. 25-6-1935. 26-6-1935.
Democracia, Madrid. 6-7-1935.
El Sol, Madrid. 25-6-1935.
Faro de Vigo, Vigo. 9-7-1935.
La Época, Madrid. 25-6-1935. 26-6-1935.
La Libertad. 25-6-1935. 26-6-1935.
L'instant, Barcelona. 25-6-1935.
La Voz, Madrid. 25-6-1935. 27-6-1935.
El Heraldo de Madrid, Madrid. 26-6-1935.
WEBS
Y BLOGS:
NOTAS AL
MARGEN
[1]
En Cataluña, tierra que adoraba Gardel y en la que tenía buenas
amistades, el diario L'instant el
25 de junio de 1935 publica: «Aquest famós i simpátic cantant
nasqué a Buenos Aires».
[2] Algunos ejemplos: en los diarios ABC(26-6-1935 y 29-6-1935) y El Heraldo de Madrid (26-6-1935) y el semanarioDemocracia (6-7-1935) mencionan que había nacido en Montevideo. En el número del 7 de julio de 1935 (nº2294) de la revista Blanco y Negro, Felipe Sassone escribirá que también nació en la capital uruguaya.
[3] Incluso en los cancioneros. Gracias a doña Ana Turón, hemos podido acceder al primero que se publicó tras el accidente, en (los últimos días de) junio de 1935: Carlos Gardel. Su vida, su muerte, sus creaciones, de la colección Cancionero (editorial Alas). Aunque no alude a ningún dato relevante para este artículo, sí pone de manifiesto una justificación para su escritura: «en España la popularidad de Carlos Gardel era enorme».
[4] Polifacético como pocos, Santiago Aguilar fue, además de actor, cantante lírico y periodista –todo esto ya mencionado–, compositor, guionista de cine, escritor y crítico. Como crítico y periodista, publicó en Ahora, Madrid yCinegramas, entre otros. Es autor de libros sobre cine, como Charlie Chaplin, el genio del séptimo arte (1930) o Danielle Darrieux. Su vida. Su arte (1940), y novelas, como La novia del éxito. Diana Durbin (1940), entre otros. Relacionado con más de una decena de títulos cinematográficos (aunque fue director y actor, fundamentalmente trabajó como dialoguista), destacamos Prim (1930), El milagro del Cristo de la Vega (1941) y El rey de Sierra Morena (1949).
[5] Son películas de 1929. Carlitos estuvo hasta abril de este año en París. Véase MORENA, Miguel Ángel (1985):Historia artística de Carlos Gardel. Corregidor, pp. 114-6.
[2] Algunos ejemplos: en los diarios ABC(26-6-1935 y 29-6-1935) y El Heraldo de Madrid (26-6-1935) y el semanarioDemocracia (6-7-1935) mencionan que había nacido en Montevideo. En el número del 7 de julio de 1935 (nº2294) de la revista Blanco y Negro, Felipe Sassone escribirá que también nació en la capital uruguaya.
[3] Incluso en los cancioneros. Gracias a doña Ana Turón, hemos podido acceder al primero que se publicó tras el accidente, en (los últimos días de) junio de 1935: Carlos Gardel. Su vida, su muerte, sus creaciones, de la colección Cancionero (editorial Alas). Aunque no alude a ningún dato relevante para este artículo, sí pone de manifiesto una justificación para su escritura: «en España la popularidad de Carlos Gardel era enorme».
[4] Polifacético como pocos, Santiago Aguilar fue, además de actor, cantante lírico y periodista –todo esto ya mencionado–, compositor, guionista de cine, escritor y crítico. Como crítico y periodista, publicó en Ahora, Madrid yCinegramas, entre otros. Es autor de libros sobre cine, como Charlie Chaplin, el genio del séptimo arte (1930) o Danielle Darrieux. Su vida. Su arte (1940), y novelas, como La novia del éxito. Diana Durbin (1940), entre otros. Relacionado con más de una decena de títulos cinematográficos (aunque fue director y actor, fundamentalmente trabajó como dialoguista), destacamos Prim (1930), El milagro del Cristo de la Vega (1941) y El rey de Sierra Morena (1949).
[5] Son películas de 1929. Carlitos estuvo hasta abril de este año en París. Véase MORENA, Miguel Ángel (1985):Historia artística de Carlos Gardel. Corregidor, pp. 114-6.
[6]
Según Morena, Gardel actuó en el Empire en 1929 y en los años
siguientes, mientras que en el Palace parisiense lo hizo en 1931.
Este detalle y el del estudio de canto nos hacen deducir que Aguilar
ha ido avanzando en el recuerdo de 1929 al 31.
[7] Esta «paisana» debe de ser Isabel del Valle.
[8] La negrita es nuestra.
[7] Esta «paisana» debe de ser Isabel del Valle.
[8] La negrita es nuestra.
[9] Faro
de Vigo en
su edición del 9 de julio de 1935, en la página 10 (hemos
consultado ejemplar perteneciente a las colecciones de la Biblioteca
Nacional de España), informa de que Gardel «había nacido en Tolosa
(Francia)» y que se llamaba «Charles Gardel», además de otra
información acerca de Berta y Defino (llamado «Desino» en el
artículo). No encontramos otro registro del nacimiento en Francia
hasta finales de ese mes de julio, enCinegramas de
nuevo (28 de julio), en una sección de tinte irónico denominada
«Cock-tail» («Por cierto que ahora resulta que Carlos Gardel no
era argentino, che, sino francés, de Toulouse», se dice, como si no
hubiera leído el texto firmado hace un mes por Aguilar) y
en L'instant(29
de julio). También en julio de 1935 se publicará una biografía en
«Celebridades de la pantalla» firmada por M. Álvarez Portal con el
título de Carlos
Gardel. Sus peliculas, sus triunfos, su vida y su muerte en
el que se afirma que era francés; este título de Álvarez Portal y
otro de Manuel P. de Somacarrera, Carlos
Gardel. El ídolo roto (1937),
tomarán como fuente el artículo de Santiago Aguilar que
tratamos.
[10] Documentos como los certificados de nacimiento indican que pertenece al departamento de la Haute-Garonne (Alto Garona).
[11] A fin de evitar malentendidos, consideramos que Aguilar hace un comentario de pasada y emplea una construcción hecha, como es la de «ayudar a los padres».
[12] Aguilar indica que «pocas personas saben que Gardel estudió en Milán dos años como barítono». En varias publicaciones, se alude a que recibió lecciones de la conocida soprano Ninón Vallin en Millery, cerca de Lyon, en 1932; así que es posible que Aguilar no recordara esta ciudad y que, al evocar a la «paisana» de Gardel en Milán, asumiera que también debió estudiar allí. En cuanto al tiempo, no es posible, salvo que lo interpretemos como que estudió durante dos años (de manera intermitente, pues estuvo en Europa desde diciembre de 1930 a diciembre de 1932, excepto cuatro meses de 1931. No obviamos que Gardel conocía a Vallin de haberla tratado en Buenos Aires, por lo que los referidos estudios a los que alude Aguilar pueden entenderse de otra manera.). Otras opciones serían la habitual exageración del Zorzal o que Aguilar se confundiera, porque Gardel tuvo varios maestros de canto, como Eduardo Bonessi.
[13] Ninguna biografía más completa que la de los Barsky sobre esto: Gardel. La biografía. Taurus, 2004.
[14] Persistimos que todos estos datos se conocerían mucho después, no solamente en Europa, sino también en América; por ello, ponemos el énfasis en la importancia de este artículo de Santiago Aguilar.
[10] Documentos como los certificados de nacimiento indican que pertenece al departamento de la Haute-Garonne (Alto Garona).
[11] A fin de evitar malentendidos, consideramos que Aguilar hace un comentario de pasada y emplea una construcción hecha, como es la de «ayudar a los padres».
[12] Aguilar indica que «pocas personas saben que Gardel estudió en Milán dos años como barítono». En varias publicaciones, se alude a que recibió lecciones de la conocida soprano Ninón Vallin en Millery, cerca de Lyon, en 1932; así que es posible que Aguilar no recordara esta ciudad y que, al evocar a la «paisana» de Gardel en Milán, asumiera que también debió estudiar allí. En cuanto al tiempo, no es posible, salvo que lo interpretemos como que estudió durante dos años (de manera intermitente, pues estuvo en Europa desde diciembre de 1930 a diciembre de 1932, excepto cuatro meses de 1931. No obviamos que Gardel conocía a Vallin de haberla tratado en Buenos Aires, por lo que los referidos estudios a los que alude Aguilar pueden entenderse de otra manera.). Otras opciones serían la habitual exageración del Zorzal o que Aguilar se confundiera, porque Gardel tuvo varios maestros de canto, como Eduardo Bonessi.
[13] Ninguna biografía más completa que la de los Barsky sobre esto: Gardel. La biografía. Taurus, 2004.
[14] Persistimos que todos estos datos se conocerían mucho después, no solamente en Europa, sino también en América; por ello, ponemos el énfasis en la importancia de este artículo de Santiago Aguilar.
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Santiago Aguilar Oliver
Aguilar Oliver, Santiago. Villanueva de Gállego (Zaragoza), 3.X.1899 – Madrid, 22.IV.1953. Autor teatral, crítico y guionista cinematográfico.
Hijo de Santiago Aguilar Durán, veterinario en Villanueva de Gállego, y de Carmen Oliver. A los catorce años estrenó su primera obra teatral en el teatro Coliseo, de Madrid: Redimirse. Diez años más tarde, estrenó las siguientes obras: Malena y Palmira, en el madrileño teatro de la Princesa, y Travesura de Pierrot, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
De modo ocasional, se convirtió en actor, apareciendo en algunas secuencias de dos películas mudas: Agustina de Aragón, de Florián Rey (1928), y Prim, de José Buchs (1930).
Fue periodista, escritor y letrista de canciones. En 1936, dio a conocer la ópera sacra Christus, estrenada en el teatro del Centro de Madrid por la compañía del eminente tenor aragonés Miguel Fleta.
Ejerció la crítica cinematográfica en el diario madrileño Ahora. Fundó la revista cinematográfica Cinedramas.Colaboró con el director Adolfo Aznar y el guionista Jaime García Herranz en distintos proyectos cinematográficos. Como coguionista en: El milagro del Cristo de la Vega (1940), Todo por ellas (1942), Con los ojos del alma (1943), Dos mujeres y un rostro (1946) y El rey de Sierra Morena (1949), películas todas ellas realizadas por su paisano Aznar.
Con otros directores firmó asimismo guiones: Corazón sin rumbo, de Benito Perojo (1928) y María Fernanda la Jerezana, de Enrique Herreros (1946).
En su faceta de ensayista publicó un estudio sobre Charles Chaplin: El genio del séptimo arte. Apología de Charlot. Firmó una serie de breves biografías de artistas norteamericanos de la pantalla (entre ellos, Diana Durbin y Tyrone Power) en el año 1940.
Estaba intentando estrenar su ópera Galatea, a la que había puesto música el célebre compositor Jacinto Guerrero, cuando le sorprendió la muerte.
Esa ópera ya no pudo darse a conocer.
Obras de ~: Óperas: Christus, 1936; Galatea (inéd.).
Filmografía: guionista en B. Perojo (dir.), Corazones sin rumbo, 1928; E. Herreros (dir.), María Fernanda la Jerezana, 1946; coguionista con A. Aznar y J. García Herranz en A. Aznar (dir.), El milagro del Cristo de la Vega,1940; Todo por ellas, 1942; Con los ojos del alma, 1943; Dos mujeres y un rostro, 1946; El rey de Sierra Morena,1949; coguionista con A. Valero de Bernabé y A. Aznar Fusac, El Tempranillo. Guión cinematográfico de aventuras sobre la vida del famoso bandido andaluz, partitura original de Ruiz de Azagra, Madrid, 1946, 2 vols.
Escritos: El genio del séptimo arte. Apología de Charlot, ils. de G. de Picola, epíl. de F. Navas, Madrid, Artes Gráficas, 1930 (Col. Biblioteca popular del cinema); Danielle Darrieux: Su vida. Su arte, Madrid, Ediciones Alonso, 1940.
Bibl.: F. Vega, Quién es quién, Barcelona, CILEH, 1991, pág. 12; C. T.[orreiro] G.[ómez], “Aguilar, Santiago”, en J. L. Borau, Diccionario del cine español, Madrid, Alianza Editorial, 1998, pág. 33.
Manuel Román Fernández
================================================================
http://elnavioerrante.blogspot.com.es/
Zaragoza fue pionero en la producción cinematográfica. Eduardo Jimeno Correas rodó una de las primeras películas españolas Salida de misa del Pilar, en 1899, y desde entonces la ciudad ha dado un buen número de directores, actores, críticos, guionistas y técnicos. Entre los directores, se deben citar a Florián Rey, José Luis Borau, José María Forqué,Fernando Palacios, Antonio Artero, Santos Alcocer, Alfredo Castellón,José Antonio Maenza, Raúl Artigot, José Antonio Duce, José Luis Gonzalvo, Alberto Sánchez y, más recientemente, Miguel Ángel Lamata yLuis Alegre. Entre los guionistas se cita a Santiago Aguilar Oliver.
*
Una comarca de escritores (Javier Barreiro Bordonaba)
Villanueva de Gállego aporta a Santiago Aguilar. Nacido 3 de octubre de 1899, hijo del veterinario del pueblo, que murió prematuramente en 1910. Enviado a estudiar música primero a Barcelona y, después, a Madrid, bajo los cuidados de una tía, pronto le atrajeron los focos y luminarias de la entonces naciente cinematografía, primero como actor y, después, como guionista, crítico y autor de la música de varias bandas sonoras. En 1917 ya había codirigido con otros aficionados, Gratitud, un film paródico del después llamado western. Su primer papel importante fue como sargento en la popular producción de Florián Rey, Agustina de Aragón (1928), mientras que en Prim (1930) de José Buchs interpretó al general Narváez. Como guionista, había debutado con Corazones sin rumbo (1928), la novela de Pedro Mata llevada a la pantalla, en coproducción franco-alemana, por Benito Perojo y Gerard Ucicky. Por su parte, en los años treinta tuvo una importante actividad como crítico en los diarios Madrid y Ahora, así como en las revistas Cinegramas y Letras. A principios de la década siguiente fundó la productora Cinematografistas Españoles Unidos (CEU) con sus coterráneos Adolfo Aznar y Antonio Valero de Bernabé y fue entonces cuando, sobre todo en filmes del primero de ellos, desarrolló su principal labor como guionista. Cubierta de la obra de Gil Bel, Delicadeza, Biblioteca Aurora, Buenos Aires, s.f Santiago Aguilar 332 Delimitación Comarcal de Zaragoza Fuera del cine, que fue su principal actividad, llegó a debutar como barítono y compuso la ópera Christus, estrenada en el madrileño Teatro Calderón, el 11 de febrero de 1935, a cargo de su amigo Miguel Fleta, con el que también había colaborado en la perdida producción, Miguelón. Fue, asimismo, autor del libreto de otra ópera, Galatea (1953). Sin embargo, confirmando su precocidad en todos los ámbitos, su primera actividad artística fue la de comediógrafo. Con sólo catorce años, estrenó Redimirse y, diez años después, las zarzuelas Malena y Palmira. En el mismo 1923 vieron la luz los ballets líricos Gitanesca y Travesura de Pierrot aunque, como escritor, sus principales éxitos fueron las biografías de Charlot (1930), Danielle Darrieux y Diana Durbin, ambas publicadas en 1940. Santiago Aguilar, de personalidad introvertida pese a sus relaciones con el gran mundo, falleció en 1953 a resultas de una intervención quirúrgica.
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Una comarca de escritores (Javier Barreiro Bordonaba)
Villanueva de Gállego aporta a Santiago Aguilar. Nacido 3 de octubre de 1899, hijo del veterinario del pueblo, que murió prematuramente en 1910. Enviado a estudiar música primero a Barcelona y, después, a Madrid, bajo los cuidados de una tía, pronto le atrajeron los focos y luminarias de la entonces naciente cinematografía, primero como actor y, después, como guionista, crítico y autor de la música de varias bandas sonoras. En 1917 ya había codirigido con otros aficionados, Gratitud, un film paródico del después llamado western. Su primer papel importante fue como sargento en la popular producción de Florián Rey, Agustina de Aragón (1928), mientras que en Prim (1930) de José Buchs interpretó al general Narváez. Como guionista, había debutado con Corazones sin rumbo (1928), la novela de Pedro Mata llevada a la pantalla, en coproducción franco-alemana, por Benito Perojo y Gerard Ucicky. Por su parte, en los años treinta tuvo una importante actividad como crítico en los diarios Madrid y Ahora, así como en las revistas Cinegramas y Letras. A principios de la década siguiente fundó la productora Cinematografistas Españoles Unidos (CEU) con sus coterráneos Adolfo Aznar y Antonio Valero de Bernabé y fue entonces cuando, sobre todo en filmes del primero de ellos, desarrolló su principal labor como guionista. Cubierta de la obra de Gil Bel, Delicadeza, Biblioteca Aurora, Buenos Aires, s.f Santiago Aguilar 332 Delimitación Comarcal de Zaragoza Fuera del cine, que fue su principal actividad, llegó a debutar como barítono y compuso la ópera Christus, estrenada en el madrileño Teatro Calderón, el 11 de febrero de 1935, a cargo de su amigo Miguel Fleta, con el que también había colaborado en la perdida producción, Miguelón. Fue, asimismo, autor del libreto de otra ópera, Galatea (1953). Sin embargo, confirmando su precocidad en todos los ámbitos, su primera actividad artística fue la de comediógrafo. Con sólo catorce años, estrenó Redimirse y, diez años después, las zarzuelas Malena y Palmira. En el mismo 1923 vieron la luz los ballets líricos Gitanesca y Travesura de Pierrot aunque, como escritor, sus principales éxitos fueron las biografías de Charlot (1930), Danielle Darrieux y Diana Durbin, ambas publicadas en 1940. Santiago Aguilar, de personalidad introvertida pese a sus relaciones con el gran mundo, falleció en 1953 a resultas de una intervención quirúrgica.
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¿TAMBIEN TORERO?
Las malas críticas también cuentan.
Nota de prensa en mi pueblo natal
Villanueva de Gallego (Zaragoza)
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